
El Papa menciona que “Estas tecnologías son un verdadero don para la humanidad y por ello debemos hacer que sus ventajas se pongan al servicio de todos los seres humanos y de todas las comunidades, sobre todo de los más necesitados y vulnerables”. La multiplicidad de nuevas formas mediante las cuales es posible enviar palabras e imágenes, incluso a quienes están lejos de nosotros, mediante el celular o la computadora, ha sido acogida por los jóvenes. Ellos usan estos instrumentos “para estar en contacto con sus amigos, para encontrar nuevas amistades, para crear comunidades y redes, para buscar información y noticias, para compartir sus ideas y opiniones”. Son muchos los beneficios que se derivan de esta nueva cultura de la comunicación tanto para las familias, los estudiantes e investigadores, como para el progreso social, afirma el Papa en su mensaje.
La popularidad y la rápida difusión de las nuevas tecnologías “responde al deseo fundamental de las personas de entrar en relación unas con otras”, destaca el Pontífice recordando que “este anhelo de comunicación y amistad tiene su raíz en nuestra propia naturaleza humana y no puede comprenderse adecuadamente sólo como una respuesta a las innovaciones tecnológicas. A la luz del mensaje bíblico, ha de entenderse como reflejo de nuestra participación en el amor comunicativo y unificador de Dios, que quiere hacer de toda la humanidad una sola familia… En realidad, cuando nos abrimos a los demás, realizamos una de nuestras más profundas aspiraciones y nos hacemos más plenamente humanos. En efecto, amar es aquello para lo que hemos sido concebidos por el Creador. Naturalmente, no hablo de relaciones pasajeras y superficiales; hablo del verdadero amor, que es el centro de la enseñanza moral de Jesús”.