martes, 12 de mayo de 2009

EL PAPA EXORTA A LOS JÓVENES CATÓLICOS A LLEVAR AL MUNDO DIGITAL EL TESTIMONIO DE SU FE

Las nuevas tecnologías digitales están provocando hondas transformaciones en los modelos de comunicación y en las relaciones humanas. Estos cambios resaltan más aún entre los jóvenes que han crecido en estrecho contacto con estas nuevas técnicas de comunicación… dice nuestra Santidad el Papa Benedicto XVI, en su mesaje incial para la XLIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se realizará este 24 de mayo, a nivel mundial, bajo el tema “Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo y de amistad”.
El Papa menciona que “Estas tecnologías son un verdadero don para la humanidad y por ello debemos hacer que sus ventajas se pongan al servicio de todos los seres humanos y de todas las comunidades, sobre todo de los más necesitados y vulnerables”. La multiplicidad de nuevas formas mediante las cuales es posible enviar palabras e imágenes, incluso a quienes están lejos de nosotros, mediante el celular o la computadora, ha sido acogida por los jóvenes. Ellos usan estos instrumentos “para estar en contacto con sus amigos, para encontrar nuevas amistades, para crear comunidades y redes, para buscar información y noticias, para compartir sus ideas y opiniones”. Son muchos los beneficios que se derivan de esta nueva cultura de la comunicación tanto para las familias, los estudiantes e investigadores, como para el progreso social, afirma el Papa en su mensaje.
La popularidad y la rápida difusión de las nuevas tecnologías “responde al deseo fundamental de las personas de entrar en relación unas con otras”, destaca el Pontífice recordando que “este anhelo de comunicación y amistad tiene su raíz en nuestra propia naturaleza humana y no puede comprenderse adecuadamente sólo como una respuesta a las innovaciones tecnológicas. A la luz del mensaje bíblico, ha de entenderse como reflejo de nuestra participación en el amor comunicativo y unificador de Dios, que quiere hacer de toda la humanidad una sola familia… En realidad, cuando nos abrimos a los demás, realizamos una de nuestras más profundas aspiraciones y nos hacemos más plenamente humanos. En efecto, amar es aquello para lo que hemos sido concebidos por el Creador. Naturalmente, no hablo de relaciones pasajeras y superficiales; hablo del verdadero amor, que es el centro de la enseñanza moral de Jesús”.